En cuanto a las memorias de traducción, aunque sean un concepto
relativamente nuevo, ya han dado lugar a varias opiniones. Por un lado, hay los
que reconocen que las MT facilitan el trabajo del traductor ya que de una
cierta manera trabajan para nosotros: aumentan la productividad, la flexibilidad
y ayudan ahorrar tiempo; proporcionan sugerencias totales o parciales para la
traducción de segmentos (unidades de traducción), recorriendo a una o varias
bases de datos. Por otro lado, es cierto que surgen también una serie de
inconvenientes; por ejemplo, hay problemas de concordancias de género y número
en oraciones consecutivas, esto a causa de términos que provienen de traducciones
diferentes. Además, la polisemia es algo un poco problemático, pues la MT
admite sólo una traducción para una misma palabra y si este término se repite
con una frecuencia impropia en español, entonces queda aún más visible. Es aquí
que interviene el traductor, repasando por el texto y revisando las
inconcordancias y las faltas semánticas, de estilo, de contexto, etc.
Con respecto al tipo de texto que mejor va con tal herramienta, la opinión
general es que las MT se muestran muy útiles a la hora de traducir textos
repetitivos, aunque se puede utilizar con textos no repetitivos también. De
hecho, Ignacio Garcia subraya en su artículo, Translators on translation memories: a blessing or a curse, que la
utilidad de las MT es directamente proporcional con su uso: si más las utilizas
mejor resultados verás. Lo que pasa es que ya los clientes han desarrollado su
propia estrategia, así que hay descuentos para las equivalencias totales y para
las aproximadas (por ejemplo, en el forum para traductores Lantra-L aparece esto como modelo de tarifas según la frecuencia de
las palabras: 100%: 10%, 95-99%: 25%, |85-94%: 50%, desde no match hasta 84: 100%): Luego, el traductor tiene que invertir
algo de su tiempo en aprender cómo manejar la herramienta y algo de su capital en
comprársela, para que pueda después aprovechar sus beneficios.
En otras palabras, el requisito para el traductor es la Adaptación.
Para ilustrar la complejidad de este proceso, os recomiendo que visitéis este enlace; se trata de una conferencia de TAUS que tuvo lugar en octubre de 2010 en EEUU y trató justamente la relación entre el factor humano y la máquina. El que habla es Daniel Gervais, de Multi Corpora (una companía que ofrece asistencia para la traducción automática).
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